Praxis es una palabra griega que significa “acción con reflexión”. Hay pocas dudas entre los educadores de que hacer es la forma en que los adultos aprenden cualquier cosa: conceptos, habilidades o actitudes. La praxis lo hace con la reflexión incorporada. Es una hermosa danza de formas de aprendizaje inductivo y deductivo. Como sabemos, el aprendizaje inductivo procede de lo particular a lo general, mientras que el aprendizaje deductivo va de un principio general a la situación particular. La praxis se puede utilizar para enseñar conocimientos, habilidades y actitudes cuando los alumnos hacen algo con los nuevos conocimientos, practican las nuevas habilidades y actitudes y luego reflexionan sobre lo que acaban de hacer.
Las tareas de aprendizaje (Vella, 2000) no son práctica sino praxis. Si son inductivos, invitan a la reflexión o la acción sobre casos particulares mediante el uso de contenido nuevo. Si es deductivo, consideran contenido nuevo y trabajan para aplicarlo en situaciones nuevas. En cada caso, la praxis exige una mirada detenida al contenido, su recreación para adaptarlo a un nuevo contexto y, esencialmente, su prueba para demostrar su utilidad. Una vez más, el pensamiento cuántico nos ayuda a comprender cómo cada alumno tiene que recrear el contenido a través de la participación. Rediseñan las habilidades, conocimientos y actitudes que están aprendiendo a medida que ven que se ajustan a su contexto.
Por supuesto, la praxis es un proceso continuo. Lo usamos en nuestra vida diaria todo el tiempo cuando hacemos algo, reflexionamos sobre sus implicaciones y cambiamos. En una situación de aprendizaje, podemos utilizar estudios de casos que inviten a la descripción, análisis, aplicación e implementación de nuevos aprendizajes, es decir, praxis. Cuando ponemos a un grupo de adultos a practicar una habilidad y los invitamos, como sujetos, a analizar la calidad de su práctica, eso lleva la práctica a la praxis. Zohar (1997, p. 148) muestra que las preguntas que hacemos determinan los tipos de respuestas que obtenemos. Estas tareas de aprendizaje dan a las personas la oportunidad de practicar nuevas ideas, habilidades o actitudes y de reflexionar inmediatamente sobre ellas, haciendo así la praxis de la práctica.
Condensado de las páginas 14-15 Aprender a escuchar Aprender a enseñar – Jane Vella
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